lunes, 1 de octubre de 2007

Al fin un genio de apellido Hernandez



Los argentinos somos tremendos, y no hace falta la actualidad puma para confirmarlo pero si quiero detenerme en algunos detalles que despierta el siempre olvidado pero presente espíritu rugbier. Digamos la verdad, nadie se molesta en aprenderse las reglas del rugby pero si el fenómeno continúa tendremos que buscar algún conocido que nos las explique con paralelismos al futbol (este es un penal como el del futbol solo que se tira afuera o arriba del travesaño a propósito). Todos esos chistes ya se hicieron, solo rescato esa morbosidad que tenemos que cuando algo se transforma en famoso necesitamos hacernos los conocedores, repetimos mil veces comentarios escuchados en ESPN, con una naturalidad de falsa propiedad y recordamos anécdotas rugbiers que nunca vivimos. De repente nos da orgullo el SER puma, y los empezamos a elevar a un pedestal celestial, por lo menos hasta que pierdan los fracasaditos en la semifinal con Sudáfrica. Y de a poco agrandamos un montón todo. Los pumas, son caballeros, tienen huevos, no se les quema el asado y si golpean fuerte a un rival cuando terminan el partido rezan quince padre nuestros. Los pumas se emocionan con el himno, y no porque todos vivan en Paris con la nostalgia fílmica que solo Gardel pudo instaurar, los pumas no discuten a los árbitros, en realidad Pichot se le acerca al árbitro para decirle que cobre un poco para el otro equipo que también lo merece y Loffreda se reúne con el director de árbitros para que quede claro que no se van a quejar. También, y solo por estos días, les perdonamos todo. No importa si Pichot es un diseñador de Nike o si declara que su color favorito es el rosa. Ya quedo atrás todo el quilombo que se había armado con los dirigentes, que nunca termine de entender bien. Son próceres, y si querían jugarle a escabiar más birra que los irlandenses seguro que también le ganaban. Una cosa que tal vez me pase por las pelotas (y no ovaladas) es ese flaquito Hernández. Aguanta pibe, tenés 25 añós, una fuerza que mete miedo, una facha terrible. Afloja. Además juega impresionante. Un nombre cool, "Juan Martín" y una casita en París. Ojalá que cuando perdamos le salga alguna perlita. Lo imagino a Rial diciendo "en este video, que no quiero mostrar pero me obligan, se ve claro a Hernández enfiestado con tres jugadores de hockey masculino mientrás le pega a la mujer, habla bien de Videla y declara que poco le importa tipos como Fuentealba y Julio Lopez".
Pero hasta que eso no pase con buena memoria inmediata afirmemos orgullosos tener un Hernández que valga la pena para la historia argentina. Y ya que estamos les dejo algo que encontré en internet, debe ser de algun escritor uruguayo, no se. Uno nunca sabe…


En el peligro, ¡qué Cristos!
El corazón se me enancha,
Pues toda la tierra es cancha,
Y de eso naides se asombre:
El que se tiene por hombre
Ande quiere hace pata ancha.
(por cierto , el de la foto es un puma , si si , un ¨PUMA¨)

1 comentario:

Maxi dijo...

Primero que nada:
La foto es tremenda!

Ahora bien, no hay duda de que tenes razon (por lo menos yo me senti identificada)
pero la envidia que te carcome es superior a 1x10^6 la altura de mike medida en centimetros!

Hoy "el Moco" mas verde que nunka!

ah!
ojo con lo que decis de Pichot ¬¬